Las presas del Yaguareté
El Yaguareté es el predador más importante de las tierras de América y como tal, se alimenta de casi cualquier especie que habite en su mismo medio.
Su versatilidad es tal que puede alimentarse desde pequeños moluscos hasta del enorme Tapir o Anta (Tapirus terrestris). Y entre estos extremos, el Yaguareté preda sobre una enormidad de especies como los pecaríes, (Tayassu pecari, Pecari tajacu, Parachoerus wagneri), su presa predilecta, de corzuelas o venados (Mazama sp., Blastocerus dichotomus), pacas (Agouti paca), Acutíes (Dasyprocta azarae), carpinchos o capibaras (Hydrochaeris hydrochaeris), yacarés (Caiman sp.), armadillos, serpientes, tortugas, aves, monos y hasta vegetales cuando la escasez apremia o como complemento de su dieta. Incluso existen casos documentados de pumas (Puma concolor) convertidos en su presa.
En todo el continente, en líneas generales, los pecaríes son su presa principal y al parecer, su preferida. Sin embargo, si estos escasean o directamente ya han desaparecido (cazados por el hombre) otras especies pueden ocupar ese lugar. Así, en sitios inundables del amazonas, los caimanes son sus principales presas y hace poco tiempo se ha comprobado que los delfines de río también caen en sus garras. Al parecer, atrapa a estos cetáceos cuando se aproximan a las orillas de los cursos de agua.
El carpincho o capibara, el mayor roedor del planeta, es una de sus presas habituales. Los caza en cercanías de cursos de agua, en donde estos grandes roedores herbívoros suelen encontrarse.
Suele atacar por sorpresa, a corta distancia: a las presas más grandes se les arroja encima y las muerde en la nuca (base del cráneo o cuello). Después de matar una presa la arrastra hasta un lugar seguro y la va comiendo alternadamente por varios días. Su fuerza es impresionante, pues puede arrastrar presas de más de 200 kg. bien adentro del monte sin ninguna dificultad. Monta guardia cerca de los restos de su víctima para espantar a los carroñeros pero nunca la tapa con ramas o tierra como sí hace el puma (Puma concolor).
El yaguareté es el carnívoro más grande del monte y por eso mismo, carga con la tarea de limitar las poblaciones de todas sus presas, impidiendo sus excesos poblacionales y manteniendo el vigor de las mismas al eliminar ejemplares viejos y enfermos. Se cree, además, que ayuda a disminuir la diseminación de enfermedades que afectan a dichas especies, al ganado e incluso al hombre. Se calcula que un yaguareté necesita unos 1.500 kg de carne al año (lo que significaría aproximadamente 2.200 kg de presas vivas), dicho de otro modo, el equivalente de 70 a 80 pecaríes al año. La particularidad de ocupar amplios territorios y cazar pocas veces al mes, logra evitar que el mismo yaguareté acabe con su alimento.
Famosos son los relatos de sus encuentros con el Oso Hormiguero Gigante o Yurumí (Myrmecophaga tridactyla), este apacible pero bravo edentado, según abundantes relatos que no hemos podido comprobar, suelde presentar dura batalla e incluso matar en lucha al Tigre Criollo con sus poderosas garras.
Desde la llegada del ganado doméstico (Bos taurus) al continente, éste se ha sumado también a la dieta del Yaguareté en algunas regiones, y aunque se ha comprobado que no todos los ejemplares optan por este tipo de presas, lamentablemente le ha valido caro en todo el largo y ancho de su distribución geográfica, pues los ganaderos, como represalia, lo matan.
Sea como fuere, el Tigre Criollo se alimenta de casi todas las especies con las que convive.