El primer Yaguareté muerto con el que me crucé, hacen ya 20 años, en 2002.
Fue en la comunidad Kolla de Río Blanquito, en la provincia de Salta.
Lo cazaron porque había depredado algunos terneros, algo muy común en esa zona del departamento de Orán. También nos mostraron el cráneo, que tenía tres agujeros de bala.
Lo habían perseguido con perros hasta que se empacó contra una gran roca, rodeado por la jauría. El ganadero/cazador nos contó como apenas si acusó recibo de la primera bala, enojándose. Pero con la segunda ya no pudo sostenerse en pie, y lo remataron con una tercera.»
En esa época era común encontrarse con esta escena y que los cueros sean mostrados y vendidos.
Hoy, dos décadas después, ya no se muestran tan abiertamente, pero los yaguaretés siguen padeciendo lo mismo no sólo en las yungas de Salta y Jujuy, sino en toda la región chaqueña donde subsisten (Salta, Chaco y Formosa, tal vez Sgo. del Estero) y en Misiones.
Pasaron 20 años y los Estados -nacional y provincial-, no han hecho nada significativo para cambiar esta historia.
¿En qué no se avanzó y es necesario generar acciones efectivas?
1. Aplicación de las metodologías ya comprobadas de mitigación de depredaciones de yaguareté a ganado (cercos electrificados).
2. Fiscalización efectiva de caza (con algunas pocas excepciones).
3. Establecimiento de fuertes multas económicas a los infractores (solo algunos pocos casos), con cobro efectivo (no existe información sobre los cobros de las multas aplicadas).
4. Judicialización e impulso procesal de parte de las autoridades de aplicación. Los Estados provinciales y Nacional deben ser querellantes por Ley, solamente Chaco lo es, el resto, deja que las causas mueran en juzgados sin interés en el tema. Con esta excepción, el yaguareté sigue sin abogados en casi todo el país.
¡ES AHORA, O NUNCA!
Nicolás Lodeiro Ocampo
Cofundador y actual Director Ejecutivo de la Red Yaguareté.